También denominado tratamiento con frío. Se suele
utilizar para la prevención de inflamaciones o como efecto rebote para un
aumento de la circulación.
Se utilizarán
temperaturas entre 4ª – 18º según la tolerancia al frío que posea el
deportista. Inicialmente se produce un estrechamiento reflejo de los vasos más
superficiales, palideciendo la zona afectada y enfriándola. Poco después, en el
punto de aplicación, los vasos se dilatan de manera refleja.
El frío
inhibe el desarrollo de los procesos inflamatorios agudos e intensifica (en los
casos de acción corta) o disminuye (en los casos de acción prolongada) la
excitación de los nervios periféricos y del sistema nervioso central.
Las
aplicaciones de hielo se realizan de la siguiente manera:
-
Paquetes fríos, envolturas comprensivas heladas y
aguanieve.
-
Inmersión en cubeta de agua
-
Paquetes de hielo químico.
-
Sprays vaporizadores
Hidroterapia
Los efectos generales corresponden a la temperatura
en que se aplica más el efecto mecánico del mismo. De forma global se puede
resumir de la siguiente forma: acción anestésica, acción trófica (vascular y
metabólica) y acción antespasmótica y relajante.
Duchas
Además de su efecto por la temperatura utilizada en
el agua, desempeña un gran papel por la presión de esta sobre el cuerpo. La
ducha corta fría o caliente de corta duración tonifica los músculos e
incrementa el tono del sistema vascular. La ducha caliente reduce la excitación
de los nervios sensoriales y motores e incrementa el metabolismo. La ducha
tibia ejerce un efecto calmante. Las duchas de contrastes (caliente – frío)
alternados en unos seis ciclos de unos 30” cada uno, son refrescantes,
tonifican los músculos y suben el tono del sistema vascular, sirviendo para
restablecer el rendimiento deportivo. Las duchas a presión se efectúan con agua
lanzada entre 3- 5 metros de espaldas al mismo y a una temperatura de 30º-32º o
bien alternando frío-calor.
Baños
Según la temperatura del agua se dividen en fríos
(< 20º), templados (20º-30º), indiferentes (34º-36º), tibios (37º-39º) y
calientes (>40º). Los baños indiferentes que son de calor o frío, ejercen
sensación de frescor y ánimo si su duración es de 10´-15´, mientras que ejercen
función de calmante si se prolonga a 20-25´. El baño templado de poca duración
eleva el metabolismo y ejerce acción tonificante sobre el sistema
cardiovascular y el SNC. Los baños calientes, al retener el calor del organismo
e intensificar el metabolismo, actúan de manera excitadora sobre el sistema
nervioso y cardiovascular. Los baños de contrastes precisan de dos bañeras o
piscinas para poderse realizarlos. Una con agua caliente (38º-42º) y otra de
agua fría (10º-24º), de forma que el
deportista debe introducirse en agua caliente durante 2´-3 para luego pasar al
agua fría durante 1´-2´, repitiendo el protocolo de 5 – 8 veces y terminando
siempre con agua fría y una fricción intensa con una toalla seca.
Saunas
También
llamados baños de aire seco, han adquirido gran popularidad en nuestro país
durante los últimos años. El incremento más notable de la sauna es el
incremento de la vascularización. Los efectos de la sauna de la siguiente
manera.
-
Elevación de la temperatura corporal y mucosa,
especialmente a nivel superficial.
-
Estimulación de la sudoración con todas sus
consecuencias.
-
Acción sedante sobre el sistema nerviosa.
-
Mejora de la circulación periférica.
-
Estimulación de la actividad endocrina.
-
Activación de las inmunoreacciones orgánicas.
El
entrenamiento aeróbico, los baños, el descanso total,… nos sirven
principalmente para recuperar a nivel muscular. Para una buena recuperación
psicológica debemos de realizar el entrenamiento activo en un entorno diferente
al que estamos habituados. La actividad a desarrollar debe de ser muy
placentera para el deportista. Por ejemplo, si practicas ciclismo de carretera
salir a dar un paseo con los amigos en la BTT, si lleváis a un atleta de medio
fondo podemos realizar esquí de fondo o ir a nadar,... las combinaciones son
múltiples.
Otro problema
que encontraréis con los deportistas,
sobre todo en aquellos que se han exprimido hasta el final de la temporada, son
las anemias nutricionales. El síndrome anémico va a ser diagnosticado cuando la
cantidad de hemoglobina por unidad de volumen esté por debajo de los valores
estandarizados, que pueden tener variaciones según las técnicas pero que serán
inferiores a 13 gr de hemoglobina / 100 ml de sangre en los varones y 12 gr en
las mujeres. Cuando tengamos esta sintomatología debemos de acudir a un especia lista para que nos trate de la mejor manera
posible.
Esperamos que
con estos breves consejos podáis ayudar a vuestros deportistas a recuperar un
poquito mejor.
Entrenamiento en altura
La mayoría de
los deportistas se concentran en altura en
una época cercana a sus competiciones principales para mejorar
principalmente los valores hematológicos. Lo que no suelen hacer es
concentrarse en épocas de descanso activo, este momento podría ser muy bueno, también mejorarán sus valores
hematológicos y eso les ayudará a oxigenarse mejor.