Si bien se ha demostrado que la hiperhidratación no provee ventajas a nivel termorregulatorio, diversos estudios han demostrado que la hiperhidratación puede mejorar el rendimiento. Blyth y Burt fueron los primeros investigadores en examinar los efectos de la hiperhidratación sobre el rendimiento. Estos investigadores demostraron que el tiempo de ejercicio en cinta ergométrica en un ambiente caluroso era significativamente mayor cuando utilizaban la hiperhidratación en comparación con la condición de control. Montner et al demostraron que el tiempo de resistencia era significativamente mayor con la hiperhidratación con glicerol en comparación con la hiperhidratación con agua. Un estudio más reciente mostró resultados similares. Hitchens et al demostraron que la hiperhidratación inducida con glicerol 3 horas previas al ejercicio derivó en un incremento del 2.4% en el trabajo total realizado por los sujetos. La mejora en el rendimiento registrada en este estudio fue secundaria al incremento de 600 mL en el agua corporal total antes del comienzo del ejercicio y luego del procedimiento de hiperhidratación. Además, Latzka et al demostraron que cuando los procedimientos de hiperhidratación se iniciaban una hora antes del comienzo del ejercicio, tanto la hiperhidratación inducida con glicerol como la hiperhidratación inducida con agua provocaban el incremento del tiempo de ejercicio en comparación con la prueba de control con estrés por calor no compensado. En relación con el estatus de hidratación, tanto la hiperhidratación con glicerol como la hiperhidratación con agua siguieron una tendencia similar, con un incremento de aproximadamente 1.5L en el agua corporal total antes del comienzo del ejercicio (en la prueba de control, se mantuvo la euhidratación antes del comienzo del ejercicio). Al final del ejercicio, los sujetos hiperhidratados tanto con glicerol como con agua exhibieron un menor grado de hipohidratación que los sujetos de la prueba de control. Los investigadores concluyeron que las diferencias en el rendimiento entre las pruebas con hiperhidratación y la prueba de control podrían atribuirse al hecho de que los sujetos en la prueba de control estaban más hipohidratados (aproximadamente un 2%) al final del ejercicio y no a alguna ventaja de la hiperhidratación. Por último, es importante mencionar que un estudio examinó la efectividad del glicerol como agente de rehidratación post ejercicio. En este estudio los investigadores demostraron que la rehidratación inducida con glicerol mejoró el estatus de hidratación y el tiempo hasta la fatiga volitiva en una serie subsiguiente de ejercicio. Estos investigadores concluyeron que el glicerol podría utilizarse como un efectivo agente de rehidratación y también como un agente para inducir la hiperhidratación.
Continuara ...
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