lunes, 23 de marzo de 2009

MALDITAS LESIONES PARTE II

DOLOR MUSCULAR

Pese a todas las investigaciones que se han realizado sobre el tema, no se sabe muy bien cuales son las causas de dicho síntomas. En determinadas personas es una enfermedad en si misma, pero en otras anuncia futuras enfermedades neurales o musculares. Pero de lo que no podemos dudar es de que el dolor es real y que mediante el ejercicio se puede aliviar.

La fibromalgia es una afección, todavía misteriosa, generalmente caracterizada por dolor o debilidad en uno o más (normalmente más) grupos de músculos o articulaciones, además de entumecimiento y fatiga. Según el Dr. Leon J. Weiner, la fibromalgia no es un dolor que aparece en el hombro después de haber estado pintando el techo.

Según el Dr. Weiner el diagnóstico se hace por exclusión. Lo mejor es comenzar por el médico de familia o de cabecera y que este haga un chequeo médico. Si los rayos X, las pruebas nerviosas y los análisis de sangre son normales, y las pautas de comportamiento entran también dentro de la normalidad, es fibromalgia.

Para intentar apaliar los síntomas se puede incluir en el tratamiento terapia de calor, masajes, acupuntura, estimulación nerviosa e inyecciones de anestesia local en las zonas sensibles. Estos tratamientos son ineficaces a largo plazo, pero pueden aliviar en el momento.

El ejercicio –especialmente los aeróbicos-, es una de las recomendaciones universales ya se tenga un dolor intenso o ligero. Según el Dr. Weiner el ejercicio puede evitar que el dolor ligero se convierta en intenso.

Cuando se disponga a realizar un programa para afrontar esta enfermedad, se debe contar con la supervisión de un preparador físico -Ldo. en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte-, el cual debe de estar en conexión con el médico y fisioterapeuta.

A la hora de realizar el programa, además de contar con los ejercicios de carácter aeróbico no podemos olvidar una rutina de estiramientos.


ENVEJECIMIENTO

Muchas son las personas que intentan descubrir el elixir de la “eterna juventud”. Ésta la conseguiríamos si nos calzásemos diariamente unas zapatillas para correr o unos subiéramos en una bicicleta para pedalear unos minutos al día. El Dr. Roy Shepard dice que al cambiar una vida sedentaria por una vida que incluya entrenamiento físico la edad biológica puede reducirse entre 10-20 años.

Un estudio realizado durante los World Masters Games que tuvo lugar en Toronto en 1985, se encontró a deportistas de setenta y setenta años que tenían el mismo estado cardiopulmanar que una persona sedentaria de 25 años. Los más impresionante de esta investigación es que las personas que fueron estudiadas no eran fanáticos del entrenamiento y que sólo entrenaban 7 horas semanales.

El ejercicio aeróbico es el arma mas poderosa de las que disponemos para poder combatir mucho de los efectos del envejecimiento. Pero según los expertos tenemos que considerar otras formas de entrenamiento para así conseguir unos resultados increíbles. Investigadores de la universidad de Tufts estudiaron los efectos del entrenamiento en 10 débiles ancianos de 90 años, residentes en el Hebrew Rehabilitation Center de Boston. Los hombres y las mujeres que participaron en el estudio realizaban ejercicios de entrenamiento con pesos en las piernas tres veces a la semana durante ocho semanas. Al concluir el estudio, los investigadores descubrieron que la fuerza muscular había aumentado un 175%. Dos personas dejaron de necesitar bastones para caminar, y una persona que en principio no podía levantarse de una silla sin ayuda podía hacerlo cuando finalizó el estudio.



ESGUINCE DE TOBILLO

No debe de preocuparse más de los necesario, si algún día sufre una torcedura de tobillo y con ello el temido esguince. Se recuperará al igual que hacen miles de personas cada año. El tipo de recuperación que realicemos, después de que haya desaparecido la inflamación, será de gran importancia a la hora de prevenir futuras lesiones en la zona afectada y volver a la normalidad, tanto la articulación como los tejidos dañados. Los expertos señalan que al menos que se fortalezca el tobillo lesionado, hay muchas posibilidades de sufrir otro esguince.

El Dr. Gordon señala que antes de entrenar para fortalecer el tobillo, se necesita recuperar el movimiento. Estima que hay dos ejercicios de estiramientos muy efecivos:

a) De pie, con los pies a unos 45 cm de una pared y girados hacia dentro. Apoyar las palmas de las manos en la pared –a la altura de la cabeza- y llevar el pecho hacia delante doblando los codos. No inclinarse sólo hacia la cintura, mantener las rodillas derechas y asegurarse de que los talones están pegados al suelo. Mantener este estiramiento de 10 a 30 segundos. Repetir de 5 a 10 veces.

b) Para el siguiente ejercicio, de pie con los pies separados unos 15 cm. Manteniendo la espalda derecha, doblar las rodillas hasta sentir tensión en los músculos de la pantorrilla. Mantener la posición de 10 a 30 segundos. Repetir de 5 a 10 veces. Hacer estos ejercicios dos o tres veces al día.

Durante la ejecución de los ejercicios de amplitud de movimiento, recomendamos también la realización de ejercicios de propiocepción, como puede ser el mantener el peso del cuerpo sobre una pierna.

Una vez que hemos recuperado la movilidad del tobillo tenemos que comenzar con el fortalecimiento. En opinión del Dr. Gordon no se pueden fortalecer los ligamentos lesionados, pero sí los músculos que los rodean para así prevenir futuros esguinces. Durante el programa de fortalecimiento podemos realizar ejercicios isométricos -sin movimiento-, acuáticos o entrenar con una banda elástica de resistencia.

Paul Sauer dice que los ejercicios isométricos sirven como punto de partida. Se basan en presionar el pie contra algo contra algo que ofrezca resistencia, por ejemplo el suelo. No hay que mover el pie; sólo se trata de empujar hacia atrás, hacia delante y de lado a lado, de 5 a 10 segundos. Repetir varias veces. Parar inmediatamente si se siente algún dolor.

La terapia acuática es excelente para fortalecer los músculos apropiados. Sólo hay que introducirse en la piscina con el agua a la altura de la cintura y caminar.
NOTA: Aun nos quedan muchas lesiones por mostaros, pero esto es para vosotros y vuestro interés, así que si tenéis dudas sobre como recuperaros de cualquier tipo de lesión no lo dudéis y mandadme un email o dejarlo en comentarios e intentaré resolveros vuestras dudas

2 comentarios:

Luis Recuenco dijo...

Interesantisimo lo de la investigación de Toronto y lo de Boston.

JUAN DE LA TORRE CORVILLO dijo...

Luis si necesitas cualquier tipo de cosilla no lo dudes que en lo que pueda te ayudaré.

Un abrazo