viernes, 6 de marzo de 2009

UN MITO EN ACTIVO "IÑAKI ARENAL"

En esta ocasión queremos daros a conocer a un triatleta que ha marcado mi vida y la de muchos que comenzamos a competir a principios de los 90, esta persona no puede ser otra que Iñaki Arenal. Su carisma era el de los grandes campeones, un crack en la competición y un más crack en su faceta personal, siempre dispuesta ayudar a todo el mundo, en ocasiones su bondad es tal que sale perjudicado, pero esa es parte de su esencia.

El año pasado cumplió 20 años dentro del tri que se dice pronto, periodo en los que ha cosechado una gran cantidad de podiums y buenos resultados podiendo destacar sus cuantro victorias consecutivas en el triatlon de San Sebastían (89, 90, 91 y 92) teniendo el record de victorias en la prueba, ganador de Zarautz en el 88 y 94, Barcelona en el 95, Lekeitio en el 89 y Ondarroa en el 90. Los Campeonatos de España del 95 le vieron visitar en podium en dos ocasiones ya que quedó 2º en el Campeonato de españa de triatlón sprint y en el de Media Distancia . A nivel internacional también realizó sus pinitos destacando en competiciones como la Copa de Europa de Aguilas en el 95 donde quedó en 8ª posición y en la Copa del Mundo de San Sebastáin en la que quedó en undécima posición, siendo este uno de los mejores resultados a nivel internacional de un español.


Pero donde más me llamó la atención este gran deportista fue en los Campeonatos de España de Larga Distancia de los años 2005 y 2006 donde a pesar de sólo haber entrenado unos meses consiguió meterse ambos años en el Top 10 quedando en la 6ª y 7ª posición respectivamente, muestra iniquivoca de la gran calidad que atesora.


¿Por qué elegiste el triatlón y no otros deportes?, cuando tu comenzaste el triatlón casi no se conocía.
La verdad, vimos anunciado en un periódico y mi amigo José Juan Ayet dijo “yo participo” y yo le dije pues te voy a ver y animar, y así fue, en el año 1986 en San Sebastián, después de verlo yo me prometí que al año siguiente hacía alguno.


¿Con qué edad comenzaste? ¿Quién fue tu primer guía por este mundillo?
Comencé con 19 años, y desde el principio fuimos José Juan Ayet quien nos juntamos para empezar en este mundo del triatlón, conocí a Víctor Martínez que hizo un equipo y junto a Antonio Alix y otro chico que lo dejó, Ricardo Sebastián, comenzó mi andadura en el mundo del triatlón. Como guía podemos hablar de que José Juan Ayet y yo nos complementamos muy bien en esos primeros años, no había casi nada y lo que hacíamos salía de nuestra propia motivación.

¿Te acuerdas de cuál fue tu primer triatlón y cómo lo afrontaste?
Sí me acuerdo fue el 14 de junio de 1987 en Valladolid, y me parece que las distancias eran 1000m-56km-12km. Era mi debut y la verdad que lo afronté con mucha tranquilidad, tener en cuenta que venía de casi 12 años de competición en natación, y en la piscina a veces la tensión es muy alta, simplemente para bajar décimas, aquí era todo nuevo y en un sentido sin ánimo de competición, más bien era una aventura.

¿De qué triatlón tienes los mejores recuerdos?
Hay dos triatlones claves en mi carrera, uno es Zarautz y el otro es San Sebastián y su “Memorial Onditz”, aún así, también podría citar a Niza y últimamente el de mi pueblo Górliz.


¿Cuál ha sido tu mejor triunfo deportivo?
Desde luego que Zarautz, lo gané en dos ocasiones, la primera casi sin querer con 20 años, y la segunda quizá ha sido el triatlón donde más pletórico me he encontrado en 1994. Después los cuatro triunfos de San Sebastián en 1989-1990-1991 y 1992 son muy gratificantes de recordar.

¿Nos gustaría saber qué sentimientos tenías cuando corrías representando a España?
Cuando corres mucho, siempre hay triatlones que piensas donde apretar, donde reservar. Cuando corría por España no había táctica, era al máximo de mis posibilidades en cada momento, y siempre me he sentido muy orgulloso de representar a España en una competición Internacional, ese orgullo me daba confianza en mis posibilidades, creo que casi siempre han sido muy buenas competiciones.

Recuerda tus competiciones más duras y ponte en el momento de máximo sufrimiento, ¿qué te hacía seguir cuando las piernas te decían basta?
Yo creo, que coincidía el momento más extremo de sufrimiento con el de mejor forma posible, porque así podía desarrollar todo el trabajo realizado, por eso estaba asumido que “uno no se puede parar, hay que poner la guinda a tanto entrenamiento y llegar a tope a la línea de meta”. No había momento para la rendición, siempre hacia delante.

¿Qué diferencias encuentras a nivel deportivo, entrenamiento, federativo, organizativo y de ambiente entre el triatlón del s.XXI y el de tus comienzos?
A nivel deportivo, la verdad es que no muchas, si quitamos el nacimiento de nuevas especialidades, pero en el triatlón, se sigue corriendo igual, quizá ahora a pie se va más rápido, pero también es verdad que antes nos bajábamos de la bici “tocados” al tener que hacer el esfuerzo en solitario, ahora esto, los jóvenes no lo saben hacer.

A nivel entrenamiento, sí es verdad que más que los métodos de entrenamiento, se han mejorado las condiciones del entrenamiento, y los triatletas se encuentran con situaciones más sofisticadas, esto es también un arma de doble filo, porque puede llevar a ser más cómodos.

A nivel federativo, eso ha mejorado bastante , dentro de que hablamos de un estamento que siempre tiene sus más y sus menos con los deportistas, para mi verdaderos protagonistas de la historia, se ha estructurado mucho mejor que al principio y bien llevado puede acarrear bastante beneficios, sobre todo al triatleta popular.

A nivel organizativo, también ha mejorado mucho, las pruebas cada vez tienen más infraestructura y más seguridad, cosa primordial. Lo curioso es que en general lo que no ha mejorado son los premios en metálico, se sigue corriendo por la misma cantidad que hace diez años y claro esta, el nivel de vida ha subido, por lo tanto da para menos, y ese dinero que ha sido la base para que muchos triatletas jóvenes se pudieran dedicar más de lleno, ahora no existe.

A nivel de ambiente, es mejor mirar hacia delante, pero en este caso, nos juntamos una generación al empezar tan libre, que el buen ambiente fluía entre nosotros, ahora hay buen ambiente pero al haber más intereses las cosas se complican.




¿Qué tipo de entrenamiento hacíais en tu época?
Yo me dedique a intentar mejorar en la bici y corriendo, y sobre todo mantenía las estructuras del entrenamiento de natación, hubo momentos de grandes cargas, y otros momentos en los que se tiraba de lo acumulado.
Bastante volumen en bici, poco corriendo y alto en la natación, la calidad en el agua, y lo demás eran rodajes, tampoco teníamos mucho planificado, entrenábamos por sensaciones.

¿Cuáles fueron tus compañeros de entrenamiento?
Compañero formal de muchos entrenamientos, José Juan Ayet, después en distintas sesiones nos juntábamos con Antonio Alix, Juanan Hernández, Ramón Ricoy, Jorge González Amo que ya era mayor y habiendo sido olímpico en Mexico 68 nos ilustraba con sus conocimientos, sobre todo en atletismo y más importante su carácter de ganador. Michael McCormack que estuvo una época viviendo en Madrid. Cuando iba a Euzkadi, entrenaba mucho con Javier Berasategui del que he aprendido mucho, ya que es un libro abierto.

A partir del año 98 sino recuerdo mal nos quitaron el poder realizar la bici en solitario y el triatlón perdió parte de su esencia, ¿podrías darnos tu opinión?
No sé si mi opinión es muy correcta, primero pienso que hay que adaptarse o morir, por lo tanto, no hay que pensarlo mucho, por otro lado queda la larga distancia para ir en solitario, quizá el mayor problema es que la gente no es consciente de que hay que respetar unas reglas, ese respeto es el que mantiene el espíritu clásico del triatlón vivo y tiene que perdurar.

Actualmente el material ha evolucionado muchísimo, ¿hubieras andado más en bici con los pepinos que hay hoy en día? ¿Crees que merece la pena gastarse tanto dinero como ahora mismo invierte la gente en adquirir los últimos avances del mercado?
No, de hecho en 1990 nos dieron unas Kestrel que era lo mejor del mercado en esos momentos, y pasé una temporada variada, en momentos que no andaba ni para atrás, no era la bici, o el buen material.¡¡¡¡¡¡¡¡Eran mis piernas!!!!!!!!!!

No merece la pena, lo que si merece la pena es que lo que tengas funcione bien.
Parece que hay una lucha por tener a las mejores promesas del triatlón nacional, eres de los que machacarían a los chavales para tener Campeones cadetes y junior o prefieres llevarlos más despacio y que se tengan una gran base deportiva para triunfar de sub 23 o élite.
Es el gran dilema, ó les saco su jugo de jóvenes porque no sé si van a seguir, o voy poco a poco y me la juego si no siguen. Prefiero lo segundo porque para mi es más importante el ser humano, y como educador pienso que al humano, en este caso al chico ó chica hay que darle las herramientas y los conocimientos para que llegue a su plenitud en un momento de su vida en edad adulta, si lo dejan en el camino por lo menos estaré tranquilo de que no he exprimido y el chico o chica puedan volver en una edad más madura al deporte y estar capacitados de conseguir aún buenos resultados, que de la primera manera casi es imposible.
Calculando que en España haya unas 12.500 licencias (no lo se muy bien, pero si hay más el porcentaje se disminuye) sólo el 0,16% de las mismas corresponde a deportistas de élite. En los días que corren hay muchos avances tecnológicos para entrenar (pulsómetros, medidores de watios, medidores de lactato, …..) que todos ellos valen mucho dinero, ¿ves imprescindible tener que tener estos medios para mejorar? ¿en tu época de “profesional” hubieras usado estos medios o te hubieras guiado por sensaciones?

No es imprescindible usar los medios más sofisticados, hay que tener en cuenta que contamos con la máquina más sofisticada del mercado, el cuerpo humano, ahora hay que enseñar a descubrirse y a medirse, para eso se pueden usar de apoyo, luego es mucho m
ás importante saber decidir, entrenar, y pensar en la correcta realización de los ejercicios técnicos.Los medios para mi son un complemento.
He usado pulsímetro, y he hecho tomas de lactato, además de pruebas de esfuerzo, servían sobre todo para orientar en el entrenamiento y conocerse a si mismo.

Has pasado por todas las facetas del deporte, como deportistas de élite, como entrenado y ahora como trabajador de una federación. ¿Qué puesto es el que más te ha llenado?, ¿cómo director técnico de la federación Madrileña que te gustaría conseguir a medio y largo plazo?
En todos los momentos me he sentido a veces muy bien, y otras veces no tan bien, desde luego por mi carácter cuando haces algo por alguien y funciona, es lo que más me llena de satisfacción.
Ahora, como director técnico, me gustaría crear una base con criterio dentro del triatlón madrileño, que haga que este crezca, fundamentalmente a nivel de escuela, previo paso a un club con capacidad para mantener unas pautas de trabajo y una parte final dedicada a la tecnificación, esto a medio plazo, a largo plazo el final de la escuela debe ser una Centro de
Tecnificación, pero manteniendo una gran parte de su funcionamiento dedicado a la formación integral de la persona como deportista y ciudadano.

En un triatlón la natación y sobre todo los primeros 200-400 metros suele acarrear mucho estrés en los deportistas, ¿qué consejos puedes darle a estos deportistas?.
Esos momentos, es cierto son de estrés, hay que tener la mente clara, el objetivo definido, y la capacidad de “encajar” los golpes deportivamente, sin echarse hacia atrás, para poder mantener intactas las posibilidades de consecución del objetivo trazado.

¿Cómo ves el triatlón dentro de 10 años?
A nivel social, espero que bastante expandido, y bastante cercano a todos los grupos de la población y a nivel deportivo, creo que va a cambiar ya poco, pero sí espero que los chicos y chicas que se dediquen puedan ganarse la vida dignamente, para mantenerse en el triatlón y preparar su vida sin el triatlón si llegara el caso.
Para concluir nos gustaría animar a Iñaki para que siga luchando por este deporte, asesorando a grande y pequeños como sólo él puede hacer. No cambies nunca.