Sin considerar el deporte, todas las sesiones de entrenamiento deberían ser precedidas por una entrada en calor. De hecho, la realización de una entrada en calor antes de la competición y la práctica deportiva es probablemente la técnica de prevención de lesiones más común en el deporte.
El aumento de la temperatura muscular tiene varios beneficios fisiológicos incluyendo la mejora de la velocidad de contracción y la reducción del tiempo de relajación muscular. Con la entrada en calor se produce la dilatación de los capilares y el incremento del gasto cardíaco. La entrada en calor general y específica son las dos formas más comunes de actividad pre-competitiva. La entrada en calor general incluye actividades tales como ejercicios de calistenia y carreras de baja intensidad, mientras que la entrada en calor específica incluye actividades iguales o muy similares a las que se realizan durante la competencia. La entrada en calor general excluye a la entrada en calor específica, pero es importante que los atletas utilicen los mismos músculos que utilizarán durante la práctica deportiva. Por esta razón se prefiere la utilización de la entrada en calor específica. La entrada en calor debería durar al menos 10 minutos, ya que se requiere de aproximadamente este tiempo para que la temperatura muscular se estabilice. La entrada en calor debería comenzar lentamente para luego incrementar la intensidad progresivamente. La entrada en calor no debería ser agotadora. Recordar que no todos los individuos tienen el mismo nivel de aptitud física por lo cual la entrada en calor debería planearse teniendo esto en cuenta. Luego de la entrada en calor, debería haber un breve período de recuperación (3-5 minutos) antes de que comience la sesión de entrenamiento.
Continuará .......
1 comentario:
Pensando el el día de la competición, también es buen o analizar el "desgaste" que supone esa entrada en calor.
No me refiero sólo a nivel energético sino muscular porque, por ejemplo, para un triatlón o duatlón en lugar de hacer el calentamiento a pie, podemos optar por hacerlo sobre la bicicleta que será menos agresivo para nuestro organismo.
En época de frío o condiciones desfavorables también es bueno tener a mano alguna crema calentadora, preferiblemente de las que parece que no calientan para que el efecto sea más progresivo y no nos produzca irritación.
Está claro que si hace mucho frío, parece que gusta más una de esas que nos hace hervir la piel pero al arrancar a correr, puede haber exceso de temperatura mientras que si es progresiva, habremos activado la musculatura, circulación, etc. y no vamos incómodo con calores.
Nota: Me autosuspendo en el tema del calentamiento porque lo aplico... pero no todo lo que debería, sobre todo si es un TRI y hace fesquete o el agua no está ardiendo. En el 80% de los TRIS me tiro a nadar sin haber probado siquiera el agua antes de empezar (aunque sí he calentado en bici y/o a pie... así que el suspenso sólo sería de un 4 :D).
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