jueves, 10 de mayo de 2012

80 KM DESCALZO POR SANTIAGO RUIZ

Ya lo he comentado con  algunos amigos en facebook, lo de la recuperación es algo alucinante. Cuando corrí la media maratón descalzo y la maratón descalzo también acabé y recuperé muy bien las piernas, pero pensé que era sobre todo por ser distancias que tenía dominadas y que las hacía a ritmos muy cómodos para mí. En esta ocasión pensaba que, a pesar de ir también a ritmo muy cómodo, tantas horas y tanta distancia me dejarían las piernas bastante tocadas.

El día de esta  carrera amaneció diluviando. Las previsiones no eran muy buenas, pero esa manera de llover a las 8.30 a.m en Granada era mucho peor de lo esperado. Mientras desayuno unas tostadas de aceite, zumo de naranja, zumo de manzana y dos plátanos me manda Álvaro un whatsApps, ¿cómo lo ves? a lo que yo le contesto que bien, que llueva ahora todo lo que tenga que llover, que todo sigue en pie y que a las 9.30 en la gasolinera, que no me recojan que yo voy corriendo.

Con algo de retraso llego al sitio acordado donde me esperan ya todos. Nos echamos unas risas, unas fotos y nos repartimos en dos coches. Noto una cierta euforia o nerviosismo común, muy similar a cuando hemos quedado otras veces para ir a un festival, a un concierto o a algún lado de fiesta.

Moi y Juanma van en el coche de Juanma y Ramiro, Enrique y yo en el coche de Álvaro. Ponemos los cuentakilómetros a cero al pasar por el parque Tico Medina y nos dirijimos unos detrás de otros hacia Armilla para iniciar el recorrido a la inversa pero por el mismo sitio por el que iba a subir después corriendo.  Vamos con el tiempo justo. Hemos quedado a las 11 en el punto de salida con unos  periodistas de la Agencia EFE que quieren hacer una pequeña entrevista  y unas fotos en los primeros kilómetros y ya vamos tarde. En Granada llueve, pero al empezar a bajar hacia la playa deja de llover.

Cuando llegamos al cruce de Lanjarón nos encontramos con una valla atravesada que pone: carretera  cortada. Decidimos apartar la valla y seguir hasta donde estuviera el corte para intentar pasar. Unos 2 km más adelante la carretera estaba muy levantada pero se podía pasar yendo muy despacito y bajándonos todos.

Esto nos hace llegar al punto de encuentro con bastante retraso. Cuando llegamos están allí los dos periodistas de EFE, David Herrera con su bici y mi colega Luis y su compañero vestidos de policías y con el zeta y todo.

Yo me encuentro bien y no estoy nada nervioso. Estoy un poco ansioso y con ganas de empezar a correr para desconectar de todo. Me pongo la ropa para correr y me quito las zapatillas.  Antes de empezar tengo que contarle un poco de qué va la historia al periodista y me hace un montón de fotos en la playa, estilo reportaje de boda.


El tiempo está fresquito y con viento, pero no llueve. Está todo totalmente nublado y parece que puede empezar a llover de un momento a otro.

Una vez terminadas las fotos, me coloco la riñonera, lleno el bote de agua, me pongo el ipod en reproducción aleatoria y a correr.

Los primeros km se pasan muy rápido. Vamos formando un buen follón por la carretera entre todos: Moi y David H. con las bicis,  el coche de Álvaro, el coche de Juanma y el coche de los periodistas, y todos a mi paso. Al menos no es una carretera principal y hay poco tráfico. El asfalto está muy estropeado y no es muy cómodo para correr, pero voy pensando que en cuanto llegue al cruce y coja la N-323 la cosa cambiará. Esta caravana sólo duró hasta el cruce. A partir de ahí era un tramo con dos carriles para cada sentido y mucho tráfico, por lo que yo seguí por el arcén viendo a los coches venir de frente y los demás siguieron por el suyo para esperarme más adelante.


Yo voy todo el rato por la línea blanca de la carretera. El asfalto en este tramo no está mal. Es bastante rugoso y tiene mucha suciedad. Me refiero a suciedad de piedras y tierra. Por la línea blanca se va mejor pero hay mucho tráfico y cada vez que viene algún coche o camión me tengo que meter para adentro y pisar toda la zona sucia. Una de las veces iba muy concentrado mirando al suelo y un camión me dió una buena pitada para que me apartara. Iba deseando pasar ese trozo y llegar a la zona de menos tráfico.

Empiezo a entrar en calor y me quedo en manga corta. Moi  va cerca de mí, apareciendo y desapareciendo todo el rato. David Herrera ha venido un buen rato pero ya se ha dado la vuelta para Motril.

No llevo ni una hora y voy algo preocupado. El asfalto no sólo no mejora, si no que hay momentos que está mucho peor. Los pies no me duelen pero me voy pinchando bastante y voy pensando que si sigue así la cosa me van a acabar doliendo, como me pasó en el Trail Cabo de Gata.  Voy comentando todo el rato esto con Moi, y cuando llevo 1h y media o así le digo que voy a tener que ponerme las FiveFingers casi seguro. El me dice que no las lleva, que van en el coche de Álvaro y ahora no están cerca. Le digo que voy a esperar un poco a ver si cambia el asfalto y que ya le aviso.

Afortunadamente el asfalto cambió. Alrededor del km 20 la cosa mejora bastante. Llego al cruce de Vélez de Benaudalla y empiezo a subir. hasta ahora había sido todo llano y falso llano.

Ahora voy muy animado, empiezo a encontrarme realmente bien. El asfalto es suave, la subida es cómoda, no hay coches, llueve pero poco, y ya llevo dos horas corriendo. Ya llevo  todos los músculos calientes y los pies van perfectos. Me empiezo a notar bastante ligero. Hasta ahora llevaba el estómago demasiado lleno de líquido y no iba cómodo (ya he parado a hacer pis en la cuneta dos veces). Todos me está esperando en el mirador de la presa de Rules. Como llevo dos horas le digo a Álvaro que me dé un bocadillo de salami y relleno los botes. Además de esto me lleno los bolsillos de la chaqueta de pasas, almendras y sugus. Les digo que tiren para adelante, que con eso tengo para un buen rato. Cada 15 minutos me como dos o tres almendras,  dos o tres pasas y un sugus.

En las 7 horas casi que estuve corriendo esto es lo que comí: 3 bocadillos pequeños de salami en pan de leche, 3 geles, 3 plátanos, un bote de 5oo ml de bebida de hidratos Energy+, un puñado de pasas, almendras y unos 5 sugus. Más agua, agua con Recuperation y agua con magnesio. No sé cuanta agua bebí pero no bebí mucho. No hacía calor y realmente no tuve sensación de sed o de necesitar agua en ningún momento, pero obviamente me obligué a beber pequeños sorbos todo el camino. Para esto me sirvió bastante llevar el bote en la mano, porque al ir viéndolo todo el rato no se me olvida beber, al contrario, quiero ir gastando el bote para que pese menos. Fuí realmente cómodo  con el bote en la mano (no lo solté en las 7 horas) y he decidido llevarlo también el sábado que viene en la Marató i Mitja de Castellón.


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