CICLISMO
Junto con la carrera, es el segmento más decisivo. Durante el transcurso del mismo debemos de recuperar el glucógeno y el líquido que hemos perdido durante la natación, reponer lo que estamos gastando durante nuestro desplazamiento, recargar nuestros depósitos de glucógeno de cara a la maratón y ahorrar las máximas energías de cara al último segmento.
Es el segmento que menos sesiones necesita, pero si en el que vamos a tener que dedicar más hora debido a que en carrera nos va a suponer sobre el 50% del total de la prueba y además tenemos que adaptarnos muy bien para no tener ningún tipo de problema a nivel muscular y pastoral durante la carrera a pie.
Debido a las malas condiciones metereológicas de los primeros meses del los aprovecharemos para hacer pequeñas salidas y a partir del mes de marzo comenzaremos a subir el volumen de los entrenamientos. Gracias al poco impacto que sufrimos durante la práctica del ciclismo, en cuanto llevemos unas semanas de adaptación y gracias a los beneficios que hemos obtenido con el entrenamiento de carrera a pie (entrenamiento cruzado) podremos hacer salidas considerables (de unos 180 – 220 km) para ello os recomendamos que esos días os planifiquéis para salir con amigos y así hacer mas entretenida la salida. No está nada mal que algún día durante la preparación os propongáis en realizar una gran cabalgada de sol a sol, haciendo una paradita a mitad del entrenamiento para comernos un buen bocata. Os sorprenderéis de la gran capacidad que tenéis para rodar en bici, perdiendo totalmente el miedo a los 180 km.
Los dos últimos meses de la preparación y sobre todo el último deben de predominar las salidas en bicicleta y así evitar problemas musculares o articulares propios de la carrera a pie. Al igual que podéis introducirlo como método de regeneración activa, siempre que la salida se haga a ritmo suave y sin abusar del desarrollo
Es muy aconsejable el participar en alguna marcha cicloturista que ronde la distancia de los 180 km para así hacer más a menos el entrenamiento y acostumbrarnos también a rodar en grupo, debido a que en los triatlones que realicemos antes del IRONMAN tendremos que realizarlo así.
Junto con la carrera, es el segmento más decisivo. Durante el transcurso del mismo debemos de recuperar el glucógeno y el líquido que hemos perdido durante la natación, reponer lo que estamos gastando durante nuestro desplazamiento, recargar nuestros depósitos de glucógeno de cara a la maratón y ahorrar las máximas energías de cara al último segmento.
Es el segmento que menos sesiones necesita, pero si en el que vamos a tener que dedicar más hora debido a que en carrera nos va a suponer sobre el 50% del total de la prueba y además tenemos que adaptarnos muy bien para no tener ningún tipo de problema a nivel muscular y pastoral durante la carrera a pie.
Debido a las malas condiciones metereológicas de los primeros meses del los aprovecharemos para hacer pequeñas salidas y a partir del mes de marzo comenzaremos a subir el volumen de los entrenamientos. Gracias al poco impacto que sufrimos durante la práctica del ciclismo, en cuanto llevemos unas semanas de adaptación y gracias a los beneficios que hemos obtenido con el entrenamiento de carrera a pie (entrenamiento cruzado) podremos hacer salidas considerables (de unos 180 – 220 km) para ello os recomendamos que esos días os planifiquéis para salir con amigos y así hacer mas entretenida la salida. No está nada mal que algún día durante la preparación os propongáis en realizar una gran cabalgada de sol a sol, haciendo una paradita a mitad del entrenamiento para comernos un buen bocata. Os sorprenderéis de la gran capacidad que tenéis para rodar en bici, perdiendo totalmente el miedo a los 180 km.
Los dos últimos meses de la preparación y sobre todo el último deben de predominar las salidas en bicicleta y así evitar problemas musculares o articulares propios de la carrera a pie. Al igual que podéis introducirlo como método de regeneración activa, siempre que la salida se haga a ritmo suave y sin abusar del desarrollo
Es muy aconsejable el participar en alguna marcha cicloturista que ronde la distancia de los 180 km para así hacer más a menos el entrenamiento y acostumbrarnos también a rodar en grupo, debido a que en los triatlones que realicemos antes del IRONMAN tendremos que realizarlo así.
OTROS DATOS A TENER EN CUENTA
Para los que nunca hayan competido en triatlón, no deben de olvidar que se necesita de una cierta adaptación para poder unir las tres disciplinas en un mismo día. Para ello, lo mejor es participar en un mínimo de dos triatlones sprint, un triatlón olímpico y un triatlón de larga distancia, el cual no servirá como test para ver en que tenemos que seguir mejorando de cara a nuestra gran cita.
NOTA: Con esta tercera parte hemos finalizado este artículo. Si tenéis cualquier duda contactad conmigo
3 comentarios:
¡Muy importante el primer párrafo!
Se dice que la natación no es determinante en la larga distancia... pero nos tiramos un buen rato nadando, hemos estado un buen rato embutidos en el neopreno antes de salir, ... así que, si hemos aplicado bien las recomendaciones del artículo y hemos nadado controlando, hemos quemado una buena cantidad de "gasolina" que tenemos en los depósitos así que hay que empezar a reponerla en cuanto podamos meter chicha para el cuerpo... lo de comer mientras se nada queda sólo para los pececillos :-)
Pero, ojo, que tampoco nos podemos poner a ingerir calorías y sales a lo loco porque tan malo es pasarse como quedarse corto (si estamos entrenados, diría que es incluso peor el pasarse porque, con un buen entrenamiento, ante un bajón de energía, si tenemos cosas de asimilación rápida, podemos salvar los muebles y reponer muy rápido pero, como nos hayamos metido demasiado y ya haya pasado a la sangre... a ver quién vacía el exceso).
Y, también muy importante lo de que tenemos que "...adaptarnos muy bien para no tener problemas posturales...".
Por muy rápido que hayamos ido, como nos bajemos a correr hechos polvo, con calambres en la espalda, parte posterior del muslo completamente "acortada" por la tensión... es peor el remedio que la enfermedad y seguramente perderemos más en la maratón de lo ganado en la bici.
Por último y, tan importante o más como esos dos puntos, la recomendación de competir previamente, especialmente para los que se vayan a estrenar.
Siempre me ha parecido una "locura" lanzarse directamente a por un larga distancia (Ironman o distancia C) e incluso a por un media distancia (medio IM o B) porque, aunque hayamos hecho entrenamientos de transiciones y creamos que llevamos aprendida la lección, es muy diferente hacerlo el día D, así que hay que probarlo con gaseosa antes que con el champán.
Por supuesto, los experimentados con tropeciendos IMs en sus espaldas no deberían estar eximidos de esta recomendación porque nunca viene mal un recuerdo de cómo se cuece el ambiente en una competición pero, sobre todo, porque ese día es lo más parecido que podemos encontrar al día D... o ¿acaso alguien es capaz de simular en un entrenamiento el mismo estrés / nervios que pasa el día del IM?
Obviamente, siempre con cabeza porque tampoco nos podemos pasar y competir a tope cada dos o tres semanas... suena bien lo de sacar 2-3 pruebas cortas (con un olímpico) y uno más larguito (media distancia o incluso uno de larga aunque, en este caso, con muchísima cabeza, sobre todo en la maratón y, siempre, bastante distanciado de la competición principal).
Y, bueno, ahora ya falta sólo lo fácil... llevar a la práctica las recomendaciones, pautas y consejos de estos tres artículos :-D
El "supuesto" experimentado que te diga que ya lo sabe todo y que está..como tu dices, eximido de ciertas precauciones, será sin duda el mayor de los ignorantes. Hacer muchos ironmans implica vivir mil y una experiencias, lo cual no significa que aprendas todo y de todo.
Me ha llevado seis años, encontrar "cierto" bienestar y rutina de alimentación durante un ironman, y desde luego, no creo que los problemas hayan acabado (ojalá), los condicionantes son miles, y empiezan el día que empiezas a entrenar, tratas de controlar hasta lo largo que llevas el pelo y cuando te dan la salida, cinco, seis o doce meses después, te encuentras con montones y sucesivas cosas con las que no contabas.
Nada tiene que ver lo que comí, ni cómo lo comí, en LZ hace 6 años, con el último. Desde luego hay que entrenarlo todo, pero sugiero, y que nadie me lo tome ni siquiera como consejo, más bien como una posibilidad más, de hacer uno o dos días durante la preparación que estén fuera del plan, dias difíciles de verdad, dias que acaben desagradando incluso, por la duración o por la monotonía.
En un ironman aprendes más durante 10 o 12 horas que en meses de preparación, no tiene mucho sentido esperar para aprender tanto tiempo.
Un saludo Rodrigo.
Un saludo Juan. El artículo, como los demás, interesante e instructivo, gracias por compartir.
Por eso Ramón me gusta tanto hablar con vosotros y que escribáis vuestros comentarios, porque de Rodrigo, de ti y de tantos otros aprendo cada día un poco más, sosis mi gram Master de Alto rendimiento jejejeje
Así que mil gracias por pasaros por este blog de vez en cuando y compartir vuestras experiencias
Un abrazo a todos
Juan de la Torre
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