domingo, 4 de octubre de 2009

CAMBIOS FISIOLÓGICOS DEL ORGANISMO EN FUNCIÓN DE LA INTENSIDAD Parte II

Los riñones

Su función es la de depurar la sangre de nuestro organismo

A intensidades bajas (50% de nuestro máximo) como cuando estamos calentando, notaréis que a los pocos minutos nos entran ganas de orinar, este acontecimiento se produce como consecuencia de la dilatación que sufren los capilares del organismo para facilitar la circulación de la sangre por nuestro organismo y por efecto paralelo se filtra más sangre en los riñones.

A medida que aumentamos la intensidad en la zona de los riñones se produce el efecto contrario, una vasoconstricción de los capilares con el fin de evitar la deshidratación.

El páncreas

Una vez que nos subimos a la bici y comenzamos a pedalear el páncreas comienza a aumentar la liberación de insulina y glucagón.

El glucagón se encarga de activar una encima que se encuentra en el hígado para que el glucógeno almacenado dentro de él se libere al torrente sanguíneo, para que una vez allí y con la ayuda de la insulina segregada pueda introducirse dentro de las celulares musculares y actuar como fuente de energía.

El hígado

El hígado representa el único sitio de producción y liberación de glucosa al torrente sanguíneo y debe tratar de equilibrar el consumo de glucosa por parte del músculo.

A bajas intensidades el glucógeno que se libera es el almacenado gracias a la alimentación de las comidas previas a la salida, pero cuando comenzamos a aumentar la intensidad y comienza a hacer acto de presencia el ácido láctico, este se convierte en una fuente fundamental de energía ya que es sintetizado en el hígado y convertido en glucógeno para después ser eliminado al torrente sanguíneo y utilizado por las células en forma de energía.

2 comentarios:

Morath dijo...

Un mini apunte sobre algo que tengo muy reciente... ;-)

Señores, cuidadín con los riñones, esa pareja de desconocidos a los que no les solemos prestar atención más que para decir eso de "me duele en la zona de los riñones" o "tengo frío en los riñones".
Ya sabemos que son los encargados de filtrar y limpiar toda la "porquería" que vertemos a la sangre en las machacadas que nos damos entrenando pero, para funcionar como un reloj, necesitan que los tengamos bien regados así que nada de escatimar en la ingesta de líquido.

La verdad es que es curioso ver hasta qué punto pueden llegar a trabajar como relojes porque ¿os habéis fijado que son capaces de mantener en valores normales p. ej. de los iones, aun justo después de una competición? Impresionante.
Pero, como los tengamos en secano, malamente van a poder trabajar bien y, si empiezan a entrar en "insuficiencia renal", la merma de rendimiento primero y la "petada" después están prácticamente garantizadas.

JUAN DE LA TORRE CORVILLO dijo...

To lo has dicho campeón, muchas veces nos centgramos sólo en los músclos, el corazón, pulmones, ... y nos olvidamos de otros órganos que son super importantes