
Estamos en el S XXI, la era de las
tecnologías. En el campo del entrenamiento no ha sido menos, algo que ha
venido muy bien tanto a los entrenadores como a los deportistas más metódicos.
En la última década hemos podido ver
como han aparecido pulsómetros que miden además de la frecuencia
cardiaca la media de pulsaciones, el tomar lap con sus respectivos datos
de manera individualizada, avances de GPS que miden desniveles y
velocidad, los recorridos por donde el deportista ha realizado la
práctica deportiva,… Estos avances tecnológicos no se han dado sólo en
los productos electrónicos, también en los tejidos. En el mercado
podemos encontrar prendas deportistas que ayudan a la mejora del
rendimiento gracias a los textiles de compresión que utilizan, permiten
mantener el cuerpo más refrigerado consiguiendo una temperatura
corporal más estable,… Qué vamos a decir de la tecnología móvil. Los
teléfonos se han convertido en una prolongación de nuestro cuerpo y
tenemos descargados programas que nos ayudan en todos los niveles de
nuestra vida (entrenar, localizadores de restaurantes, nos avisan cuándo
pasan los transportes públicos,…).